martes, 11 de diciembre de 2012

¿HAY UNA POCIMA MÁGICA PARA EDUCAR?


Seguro que os resultan conocidas expresiones como Papá siempre me deja jugar a la Nintendo antes de hacer los deberes y tú no o bien Mamá dice que sí puedo ver la tele un poquito. Evidencian claramente diferencias en el estilo educativo del padre y de la madre, unas discrepancias que los niños detectan desde bien pequeñitos y saben utilizar en su beneficio. Es más, seguramente desde siempre habrás detectado que tu hijo no se comporta igual contigo que con tu pareja. Esto puede llegar a ser realmente frustrante si el niño siempre mantiene las conductas más negativas con el mismo progenitor. Pero ¿por qué esta diferencia? ¿cómo resolverlo?

Esto ocurre en las familias en las que no hay un consenso en el estilo educativo. Evidentemente hay factores biológicos que explican la diferente relación del niño con su madre y con su padre sobretodo en edades tempranas. Pero en gran medida esta relación y también la conducta y personalidad del niño depende de las ideas, valores y hábitos de comportamiento de cada padre respecto a su hijo, es decir, de su estilo educativo. Y ahí es donde surgen las diferencias. Un padre y una madre nunca son iguales, tienen diferente carácter, personalidad, sensibilidad y por tanto educan de forma diferente y sus hijos responden de forma diferente. Esto es inevitable. Ahora bien, lo que sí se puede evitar y es recomendable hacerlo es evidenciar las diferencias ante los hijos. Paraos un momento y consensuad vuestro propio estilo. Yo os doy la teoría:

¿Que tipos de estilo educativo existen?


Autoritario

  • Impone sus normas sin lugar a la discusión
  • Castiga las conductas inadecuadas para prevenir problemas futuros
  • Exige madurez
  • No suele comunicarse adecuadamente con su hijo
  • Le importa mucho la obediencia
  • No suele expresar abiertamente su afecto
  • No tiene en cuenta los intereses y necesidades del niño
Permisivo
  • Ausencia de control y exigencia
  • No utiliza ni castigos ni premios
  • Cree que el niño ha de aprender por sí mismo
  • Muestra un alto grado de afecto y comunicación
  • Los deseos del niño dirigen la interacción
Democrático
  • Impone límites y normas coherentes pero no rígidas
  • Alto grado de afecto
  • Prefiere el diálogo y el razonamiento a la imposición
  • Estimula la madurez
  • Sensible a las necesidades del niño
Negligente
  • Ausencia habitual de normas pero control excesivo en situaciones puntuales
  • Escasa implicación en la crianza y educación
  • Fríos y distantes, no muestran afecto
  • Escasa sensibilidad a las necesidades de los niños.
¿Qué consecuencias tiene en un niño el estilo educativo?

Los hijos de padres autoritarios:
  • Obedientes y sumisos ante el control externo
  • Irresponsables y agresivos cuando no hay control
  • Tendencia a sentirse culpables y deprimidos
  • Baja autoestima y autocontrol
  • Poca habilidad social
Los hijos de padres permisivos:
  • Entusiastas y vivaces
  • Inmaduros e incapaces de controlar sus impulsos
  • Poco persistentes en las tareas
Los hijos de padres democráticos:
  • Competentes socialmente
  • Mayor autoestima y autocontrol
  • Persistentes en las tareas
Los hijos de padres negligentes:
  • Baja autoestima

Revisad las conductas de vuestro hijo y detectad qué características muestra de las anteriores. Esto os ayudará a reconocer qué estilo predomina en vuestra relación con él. Analizad vuestras diferencias como padre y como madre y consensuad un estilo común con los criterios que consideréis más convenientes de los que os he expuesto.

Ah, por cierto, no, no hay una pócima mágica para educar. Pero sí es importante este consenso. Crecer en un ambiente u otro marcará el desarrollo socio-emocional de vuestro hijo. 

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