El divorcio es el acto que disuelve el vínculo matrimonial dejando a los cónyuges
libres. Pero si esta pareja que se divorcia tiene
hijos, hay que considerar que para ellos es diferente. Para los niños no existe
un momento anterior a sus padres juntos. Su mundo está concebido con la
presencia de los dos y una ruptura es un asunto muy delicado.
¿Cómo reaccionan los niños ante la noticia?
Las reacciones y sentimientos de los niños dependen de diferentes factores:
edad, explicaciones recibidas, continuidad de la relación con ambos
progenitores, acuerdos o desacuerdos entre los padres…
Entre los 3 y 5 años
Es común que los niños pequeños esperen la reconciliación durante varios
años. También creen ser responsables por el divorcio y como si hubieran hecho
algo malo, se preguntan sí el papá (o la mamá) se fue porque ellos hicieron
algo que no debían.
Pueden desarrollar:
Conductas regresivas, como: orinarse en la cama, succionar el pulgar,
hablar como bebé o portarse mal
Miedo ante el derrumbe de la estructura familiar
Miedo a no ver más al padre que se va de la casa o a que el otro lo
abandone
Miedo a que los padres dejen de quererlo. Miedo al rechazo.
Enojo, que manifiestan golpeando o rompiendo sus juguetes
Enfado
En esta etapa, los padres los ayudan
cuando:
·
Les aseguran una y otra vez que los
quieren y los querrán siempre. Hay que repetírselos y demostrarlo tanta veces
como sea necesario,
·
Les aseguran que verán regularmente al
padre que no convive (si efectivamente va a ser así),
·
Les aseguran que no son responsables del
divorcio,
·
Los escuchan, permitiéndoles expresar su
tristeza y su enojo,
·
No hablan mal del otro padre en su
presencia. Los niños reciben cómo dirigida hacia su propia persona cualquier
apreciación negativa o injuriosa que recaiga sobre un progenitor.
De 6 a 8 años:
No relacionan en un principio la conducta de sus padres con la disolución
de la familia. Piensan que sus progenitores se volvieron locos, sienten miedo,
angustia y desconcierto.
A esta edad los niños:
·
Idealizan al padre ausente y agreden aquél
con el cual conviven,
·
Sienten que sus padres son egoístas por no
haber conservado la familia,
·
Sienten que sus padres los han
traicionado,
·
El miedo puede derivar en problemas de
conducta,
·
Están preocupados por el padre que se va,
no importa cómo haya sido su relación con él,
·
Otras veces sienten que el padre que se va
de la casa los abandona deliberadamente,
·
Sienten que no los quieren,
·
No pueden usar la fantasía para negar -
como hacen los más chiquitos - pero no son lo suficientemente maduros como para
entender el proceso de duelo,
·
Anhelan volver a unir a sus padres,
·
Se distraen con facilidad, dificultades
para concentrarse en el juego y en las tareas escolares,
·
Pueden convertirse en
"cuidadores" de un padre (generalmente al que ven más sólo o más
débil) o asumir un rol parental en el hogar,
·
Llanto fácil, pesadillas, dolor de panza o
de cabeza,
·
Otras veces, dicen que "todo está
bien", niegan la tristeza y la incomodidad o inventan historias sobre el
padre ausente,
En esta etapa, los padres los ayudan
cuando:
·
Tratan de que entiendan, que así como no
son responsables del divorcio, tampoco lo son de la reconciliación,
·
No los aceptan como "un jefe" en
la casa, "cuidadores" o "aliados",
·
Aceptan sus sentimientos de enojo o de
tristeza como naturales,
·
No los involucran en pelea conyugal,
·
Los padres deben tratar de conservar
estables tantos aspectos de la vida de sus hijos como sea posible.
Otro aspecto sumamente importante a tener en cuenta para el desarrollo
saludable de los hijos, es que los padres deben mantener entre sí un diálogo
regular, por ej., una llamada telefónica semanal, que les permita compartir los
progresos psico - evolutivos y tomar conjuntamente las decisiones importantes
de la vida de sus hijos.
Cosas que nunca debes hacer con un niño cuando te divorcias
·
Tu hijo no es tuyo. Es una persona pequeña que necesita de tus
cuidados y tu amor pero no es una posesión. No lo utilices como rehén para
conseguir algo de tu ex.
·
Tu hijo ama a su papá /mamá tanto como a ti. No le pongas en
situaciones comprometidas donde sienta que es desleal al otro.
·
Nunca hables mal de tu ex delante de tu hijo. Respeta su amor
por el otro.
·
No te aflijas delante de tu hijo cuando se va con tu ex. Eso
perturba al niño y le impide estar feliz. Muestra que lo vas a echar de menos
pero estás feliz de que disfrute. Que lo último y lo primero que vea de ti sea
una sonrisa.
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