martes, 26 de marzo de 2013

PEQUEÑOS PERO NO TONTOS






El divorcio es el acto que disuelve el vínculo matrimonial dejando a los cónyuges libres. Pero si esta pareja que se divorcia tiene hijos, hay que considerar que para ellos es diferente. Para los niños no existe un momento anterior a sus padres juntos. Su mundo está concebido con la presencia de los dos y una ruptura es un asunto muy delicado.

¿Cómo reaccionan los niños ante la noticia?


Las reacciones y sentimientos de los niños dependen de diferentes factores: edad, explicaciones recibidas, continuidad de la relación con ambos progenitores, acuerdos o desacuerdos entre los padres…

Entre los 3 y 5 años


Es común que los niños pequeños esperen la reconciliación durante varios años. También creen ser responsables por el divorcio y como si hubieran hecho algo malo, se preguntan sí el papá (o la mamá) se fue porque ellos hicieron algo que no debían.
Pueden desarrollar:
Conductas regresivas, como: orinarse en la cama, succionar el pulgar, hablar como bebé o portarse mal
Miedo ante el derrumbe de la estructura familiar
Miedo a no ver más al padre que se va de la casa o a que el otro lo abandone
Miedo a que los padres dejen de quererlo. Miedo al rechazo.
Enojo, que manifiestan golpeando o rompiendo sus juguetes
Enfado

En esta etapa, los padres los ayudan cuando:
·         Les aseguran una y otra vez que los quieren y los querrán siempre. Hay que repetírselos y demostrarlo tanta veces como sea necesario,
·         Les aseguran que verán regularmente al padre que no convive (si efectivamente va a ser así),
·         Les aseguran que no son responsables del divorcio,
·         Los escuchan, permitiéndoles expresar su tristeza y su enojo,
·         No hablan mal del otro padre en su presencia. Los niños reciben cómo dirigida hacia su propia persona cualquier apreciación negativa o injuriosa que recaiga sobre un progenitor.

De 6 a 8 años:


No relacionan en un principio la conducta de sus padres con la disolución de la familia. Piensan que sus progenitores se volvieron locos, sienten miedo, angustia y desconcierto.
A esta edad los niños:
·         Idealizan al padre ausente y agreden aquél con el cual conviven,
·         Sienten que sus padres son egoístas por no haber conservado la familia,
·         Sienten que sus padres los han traicionado,
·         El miedo puede derivar en problemas de conducta,
·         Están preocupados por el padre que se va, no importa cómo haya sido su relación con él,
·         Otras veces sienten que el padre que se va de la casa los abandona deliberadamente,
·         Sienten que no los quieren,
·         No pueden usar la fantasía para negar - como hacen los más chiquitos - pero no son lo suficientemente maduros como para entender el proceso de duelo,
·         Anhelan volver a unir a sus padres,
·         Se distraen con facilidad, dificultades para concentrarse en el juego y en las tareas escolares,
·         Pueden convertirse en "cuidadores" de un padre (generalmente al que ven más sólo o más débil) o asumir un rol parental en el hogar,
·         Llanto fácil, pesadillas, dolor de panza o de cabeza,
·         Otras veces, dicen que "todo está bien", niegan la tristeza y la incomodidad o inventan historias sobre el padre ausente,

En esta etapa, los padres los ayudan cuando:
·         Tratan de que entiendan, que así como no son responsables del divorcio, tampoco lo son de la reconciliación,
·         No los aceptan como "un jefe" en la casa, "cuidadores" o "aliados",
·         Aceptan sus sentimientos de enojo o de tristeza como naturales,
·         No los involucran en pelea conyugal,
·         Los padres deben tratar de conservar estables tantos aspectos de la vida de sus hijos como sea posible.

Otro aspecto sumamente importante a tener en cuenta para el desarrollo saludable de los hijos, es que los padres deben mantener entre sí un diálogo regular, por ej., una llamada telefónica semanal, que les permita compartir los progresos psico - evolutivos y tomar conjuntamente las decisiones importantes de la vida de sus hijos.

Cosas que nunca debes hacer con un niño cuando te divorcias
·         Tu hijo no es tuyo. Es una persona pequeña que necesita de tus cuidados y tu amor pero no es una posesión. No lo utilices como rehén para conseguir algo de tu ex.
·         Tu hijo ama a su papá /mamá tanto como a ti. No le pongas en situaciones comprometidas donde sienta que es desleal al otro.
·         Nunca hables mal de tu ex delante de tu hijo. Respeta su amor por el otro.
·         No te aflijas delante de tu hijo cuando se va con tu ex. Eso perturba al niño y le impide estar feliz. Muestra que lo vas a echar de menos pero estás feliz de que disfrute. Que lo último y lo primero que vea de ti sea una sonrisa.

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