PUENTES O ACUEDUCTOS

Esta es una semana especial, como mucho sólo 2 o 3 de sus 7 días son laborables. No está mal ¿verdad?, es de esas semanas que se nos pasan rápido.  Es menos duro levantarse pronto para ir al trabajo porque sabes que al día siguiente no tendrás que volver. También los niños disfrutan de estas semanas de puente o acueducto. Es evidente que les gusta tener fiesta para poder jugar todo el día. ¿Pero qué pasa con sus rutinas en semanas como ésta? ¿Cómo se comportan?

Hoy 9 de octubre, nosotros pensamos:  Hoy no trabajo porque es la fiesta de la Comunidad Valenciana. Pero nuestro hijo piensa: Hoy no hay cole. ¿Cómo puede ser si sólo he ido un día al colegio? Será su pensamiento más probable sobre todo si está acostumbrado a cumplir unas rutinas iguales durante 5 días a la semana y otras diferentes aunque similares los sábados y los domingos.

Las rutinas son necesarias para el niño porque le ayudan a construir un equilibrio emocional y hacen que se sienta seguro. Cuando un bebe nace no conoce el orden de las cosas y por ello debemos enseñarle a organizar su vida, ayudarle a hacer su mundo más predecible y por tanto más seguro.  La rutina es para un niño como las paredes en una casa (R. Driekurs) 

¿Qué pasa cuando en semanas como ésta las paredes cambian de sitio casi cada día?

 

 Su reacción dependerá de su carácter y capacidad de adaptación pero será frecuente que el niño pueda mostrar inquietud y alteración en el sueño.

Apuesto a que hoy no será fácil acostar pronto a vuestro hijo y mañana no tendrá un despertar, digamos, dulce… Si no ha conseguido dormir las 10 horas recomendables, mañana probablemente muestre alguna de estas reacciones: 

• Irritabilidad
• Baja tolerancia a la frustración
• Déficit de atención
• Disminución del rendimiento escolar
• Apatía

¿Qué debemos hacer?

Si fallan las paredes de ladrillo, hay que construir otras que se parezcan aunque sean provisionales. Es decir:

•  Intentar no variar radicalmente sus rutinas
•  Explicar las actividades nuevas que va a realizar
•  Prever los cambios, explicarle con antelación las diferencias que va a vivir
•  Explicar que es una semana especial, es un cambio puntual

El objetivo es evitar la incertidumbre y permitir que el niño rehaga sus esquemas para no perjudicar el proceso de aprendizaje, la transformación de las rutinas en hábitos y virtudes.